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21/02/2025

Rosácea: claves para conocerla mejor 

Te contamos más en esta nota.

La rosácea se evidencia puntualmente en el rostro (mejillas, frente, nariz, alrededor de la boca y mentón) pero está vinculada estrechamente con la alimentación y hábitos. Es una enfermedad que altera la función de las glándulas sebáceas con inflamación y alteración de los vasos sanguíneos de la piel de la cara. 

Se diferencia del acné porque genera enrojecimiento y vasos sanguíneos notorios en el rostro. En algunos casos puede producir pequeños bultos de pus. Es importante no tocar, punzar o drenar las zonas con pus. Eso lesiona la dermis y deja cicatrices de por vida. Además, cuando se sostiene en el tiempo genera debilidad en la piel, que cumple el rol protección, de manera que se inflama, contiene mucha grasa y al no cumplir su función adecuadamente empieza a perder agua. 

La rosácea es una enfermedad crónica y recidivante. ¿Qué significa esto? Que estos signos o síntomas pueden estar presentes durante semanas o meses y regresar después de una remisión. Más allá de que no tiene cura, puede abordarse con especialistas y realizar tratamientos adecuados para controlarla de modo eficaz y mejorar la calidad de vida. 

Las personas con rosácea deben tener una rutina de cuidado facial que debe incluir sí o sí estos puntos: 

  • Hidratar la piel a diario
  • Usar protector solar todos los días
  • Usar productos adecuados para este tipo de piel (geles y jabones suaves, entre otros).
  • Evitar productos irritantes (exfoliantes, limpiadores demasiado agresivos) 

Algunos detonantes para esta condición son la alimentación rica en ultraprocesados, estrés, falta de descanso, sedentarismo, exceso de sol y consumo de alcohol, entre los factores más importantes. 

Si creés tener algún síntoma es importante que consultes con un dermatólogo de nuestra cartilla médica

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