Los juegos online y apuestas deportivas crecieron exponencialmente en los últimos años. ¿Cómo afecta física y mentalmente a los jóvenes y sectores más pobres?
El desarrollo de las plataformas de juego online en los últimos años trajo peligros y amplios desafíos que el Estado y la familia deberán abordar con acciones, políticas preventivas y variadas herramientas para evitar conductas adictivas que afectan especialmente a los adolescentes y sectores de bajos recursos, que son un blanco fácil para estas promesas de dinero fácil.
La adicción a las apuestas en línea, llamada ciberludopatía, crece a niveles exponenciales en Argentina y otros países, enmarcado en un proceso de auge digital con los juegos en línea y apuestas deportivas como principales objetos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que se trata de “trastornos del comportamiento persistentes o recurrentes que pueden provocar un deterioro significativo a nivel personal y familiar”.
En los jóvenes esta patología trae consecuencias como modificación del humor, percepción alterada de la realidad, trastornos del sueño, entre otros. Los especialistas dedicados a las adicciones coinciden en el diagnóstico: el juego virtual genera una adicción más rápida y dañina que otro tipo de juego.
Abordarlo en la dinámica familiar no resulta sencillo, ya que plantea dificultades de cómo encarar estos inconvenientes que, a su vez, también se reflejan en el ámbito de la escuela. Una de las maneras de combatirlo es la planificación de fuertes campañas de prevención y concientización que pongan en eje los distintos riesgos que implica esto en amplios sectores de la sociedad, no solo los adolescentes.
Recordemos que la ley prohíbe a los menores de edad apostar pero que lamentablemente, ante la multiplicación de dispositivos, la vigilancia es escasa. Sumado a que, por citar un caso, las casas de apuestas deportivas regalan dinero para incitar a que inicien las apuestas sin tener en cuenta la edad.
Contar con información es fundamental para conocer esta problemática, poner límites al uso de los dispositivos y fomentar el diálogo con nuestros hijos para conocer los peligros que esto conlleva.
Por cualquier consulta pueden comunicarse a la Unidad de Salud Mental que tiene IOSFA al 4964-1800, internos 1909/1964.