¿Qué es? ¿Cuáles son sus factores de riesgo? ¿Cómo se previene?
Normalmente, las células crecen y se dividen para producir nuevas que son indispensables para mantenernos sanos. Algunas veces este proceso se descontrola: nuevas células se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita y otras viejas no mueren cuando deberían hacerlo, formando una masa de tejido llamado tumor. Los tumores pueden ser benignos o malignos (cáncer).
La exposición a las radiaciones ultravioletas provenientes del sol, camas solares o lámparas que emiten rayos UV es el principal factor de riesgo.
El cáncer de piel se manifiesta principalmente en las zonas de la piel más expuestas al sol, como el cuero cabelludo, el rostro, los labios, las orejas, el cuello, el pecho, los brazos y las manos, y, en el caso de las mujeres, las piernas.
También puede formarse en áreas que rara vez ven la luz del día: las palmas de las manos, debajo de las uñas de las manos o de los pies y el área genital. Existen tres tipos de cáncer de piel más frecuentes: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
El carcinoma basocelular es el más frecuente, pero no se propaga (metástasis), el espinocelular puede dar metástasis en los ganglios de la región afectada y en otros órganos. El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos, las células que producen la colaboración o pigmento de la piel. Actualmente representa el 4% de los casos y causa el 79% de las muertes por cáncer de piel.
Siempre y cuando sea diagnosticado de forma temprana, se lo puede curar.
Si tenés alguno de estos síntomas, no dudes en pedir una consulta con un dermatólogo.